Normalmente te alzas majestuosa, el otro día sin embargo te dio por ruborizarte, sentiste vergüenza y fuiste escondiéndote poco a poco llegando incluso a ponerte colorada como jamás te vi, entonces de repente y por suerte comprendiste que no tenía sentido, que no hay que sentir vergüenza por ser como eres y lentamente volviste a salir de tu escondite para brillar como nunca, porque desde ese momento estabas segura de que querías ser tal y como eres.
4 comentarios:
po no se si te refieres a la luna o a una tortillera......:D
Jeje, te me has adelantado...
Estaba a punto de poner una entrada casi igual ;-)
Ole ese post, papi!!! ;)
Qué bonito..........!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Pero Juan no será tu vocación frustrada la de escritor? MARIVI
Publicar un comentario