Malagueño, malaguista, hombredetrono.

12 octubre 2009

Momentos


Se disponía a sentarse en su sofá para descansar de tanto ajetreo. Una y otra vez cuando pretendía un rato de reposo surgían cosas en el momento más inoportuno que le impedían disfrutar de un instante de descanso.

Aquella tarde había desconectado el teléfono, apagado la televisión y puesto a quemar una pastilla de incienso que perfumaba el salón de un agradable olor a buenos momentos cofrades.

Cogió un vaso ancho y abrió una botella de Glenfiddich que tenía para las ocasiones especiales. Lentamente se sirvió un par de tragos y encendió el equipo de música que comenzó a reproducir en voz baja un disco de Wim Mertens que le ayudaba a sumergirse en un mundo de relajación mientras disfrutaba de su copa y se le venían a la cabeza una gran cantidad de pensamientos.

Pensaba en todo lo que le había ocurrido desde que estaban en ese piso. Todo lo vivido junto a su mujer y sus amigos desde que se encontraban juntos. También vino a su cabeza algún mal momento, pero eran los menos. En la enorme cantidad de recuerdos que acudían a su cabeza la gran mayoría eran para enmarcar y en los que se encontraban presentes casi todos sus seres queridos.


Eran momentos como ese los que usualmente aprovechaba para escribir con calma alguno de sus relatos. Esperó a terminar su copa para levantarse del sofá y aprovechó para llevarse un folio suelto y una Parker que le había regalado su abuelo cuando era pequeño y tenía junto al minibar.

Una vez sentado, de nuevo volvió a servirse un trago, le dio un pequeño sorbo y cogió con delicadeza la pluma mientras recordaba una vez más a su abuelo. Tras dudar un instante como era habitual cada vez que se encontraba frente a un folio en blanco, encontró la frase apropiada para iniciar su relato y comenzó a escribir la siguiente historia:

“Se disponía a sentarse en su sofá para descansar de tanto ajetreo...”

1 comentario:

Pablo Daffari dijo...

Releyéndolo me he preguntado ¿Por qué no escribe Vd. más a menudo?