Malagueño, malaguista, hombredetrono.

22 septiembre 2009

Una de marracas e incompetentes

Desgraciadamente en esta vida hay de todo, y si juntas a unos macarras drogatas y a un cuerpo de Policía acomodado, inutil, flojo e insensible a más no poder ocurren cosas como esta.

16 septiembre 2009

Estafa consentida

Por si alguno aún no lo sabía, aquí tenemos un claro ejemplo de estafa telefónica en un concurso de llama y gana.

El concursante acierta la palabra, cosa que no es difícil y que como siempre la llamada entra al final del programa para aprovechar al máximo y sacar más dinero. Para llevarse el bote tiene que acertar cuatro letras, entonces dice: "A,B,C" y es cuando la presentadora le interrumpe, no le deja ni acabar, saca del sobre una hoja en blanco y dice "¡Nada!", plas, plas, aplauso y te quedaste sin bote chaval.

Veo dos posibilidades y las don son una estafa:

1 - Directamente no había nada escrito en el sobre, así que es imposible ganar.
2 - En el sobre, por muy poco probable que fuera estaban las letras "ABDC" y el hombre llevaba camino de acertarlo, así que se saca el papel del sobre, no se le da la vuelta para que no se lean las letras que otorgaban el bote y se muestra solo por su lado sin escribir. De esta forma no se da el premio.

Debería darles vergüenza aprovecharse así de la gente que no es capaz de darse cuenta que se trata de una estafa y que ahora con la crisis ven más que nunca una oportunidad para ganar un dinerito extra. Pero más vergüenza debería darle al gobierno por permitir que se engañe a la gente de esta forma tan descarada en este tipo de programas. ¡Regulación ya!.

08 septiembre 2009

Mesón Bartola (XI)

Hoy no se como ponerle de nombre a este guiso improvisado. Se trataba de aprovechar lo que hubiera en la despensa y la nevera para tratar de hacer algo socorrido pero a la vez exquisito.

Lo que encontré entre despensa y nevera fue: garbanzos, arroz, perejil, pimiento verde, tomate, ajos, filetes de gallo, pimentón dulce, azafrán, zanahoria, aceite, laurel y sal. Eché en falta una cebolla, una rama de apio y unas gambas que pensaba que tenía.

El resultado de mezclar todo esto y darle el toque particular del grandioso cocinero que tenemos en Mesón Bartola fue el siguiente:






¡Pa chuparse los deos!.