Ultimamente se hallaba fatigado, el mero hecho de levantarse y echar a andar le producía cansancio de solo pensarlo y tendía a hacer solamente lo necesario para su supervivencia, una tarde tumbado en su sofá mientras se dedicaba a no hacer nada, un rayo de luz entró por su ventana e impactó en su entrecejo, entonces, antes que se diera cuenta y sin pensarlo, se hallaba de pié, mirando todo su cuerpo mientras la energía fluía arriba y abajo a través de toda su piel, se hallaba rebosante de vitalidad y sentía que podía hacer todo aquello que quisiera, su fuerza y vitalidad no tenían límites, fue en aquel momento cuando decidió que tenía que.....
¡terminar la obra de la casa de una puta vez!, joder, a ver si esta semana me pongo y acabo de una vez por todas, que aún me queda el pasillo y un cuarto.
1 comentario:
Joder Bartola, con el afan de protagonismo. Llevaba tiempo sin entrar en el blog, pero voy a tener que entrar más a menudo porque todavía me estoy riendo. Que cuelgue tienes. Anda que no.
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